CAMILA VALLEJO el rostro de un levantamiento popular

De Camila Vallejo se dice que es la pesadilla del Presidente Piñera. Ella se ve más cercana a Evo Morales que de Hugo Chávez y hasta la han comparado con el subcomandante Marcos, el líder de la revolución de Chiapas, la de la década de los 90.

En suma, desde hace tres meses, Chile vive una de las crisis sociales más graves de la historia reciente. Los protagonistas de la rebelión son los estudiantes que reclaman un sistema educativo fiscal y accesible. El conflicto se agravó esta semana con la muerte de un joven de 16 años.

Los miles de estudiantes que se movilizan son liderados por una joven, cuya imagen pública, crece a diario, mientras que la del presidente Piñera desciende. Diferentes estudios señalan que la Vallejo tiene el apoyo de casi el 70 por ciento de la población, mientras que el mandatario conservador tiene poco más de 25 por ciento. Y eso que hace poco más de seis meses, muy pocos habían oído hablar de ella.

“Camila Vallejo llegó como un soplo de aire fresco a la opaca política chilena (…) Carismática e intransigente, Vallejo expone con igual solidez los argumentos de los estudiantes en una marcha ante miles de personas, en un despacho ante el ministro de Educación o en el talk show con más rating de la TV chilena”, dice la revista Argentina Perfil.

El diario británico The Guardian también hizo lo suyo y retrató a la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH). “Es el rostro de un levantamiento popular que algunos han llamado el invierno chileno”, afirmó el periódico. Fue más allá y la comparó con el subcomandante Marcos, aquel hombre que desestabilizó el sistema mexicano desde Chiapas.

“Desde los días del zapatista subcomandante Marcos que Latinoamérica no había sido encantada por un líder rebelde. Esta vez, no hay pasamontañas, pipa ni armas, sino un aro de plata en la nariz”, la presenta el diario.

Bella y comunista

“Soy egresada de la carrera de geografía con una tesis en espera. Fui concejera FECH durante el 2008 y vicepresidenta y presidenta suplente del Centro de Estudiantes de Geografía. (…) Actualmente soy Presidenta de la FECH por el periodo 2011 gracias al trabajo colectivo Estudiantes de Izquierda”, se lee en el blog de Camila Vallejo.

“Camilita cambió los pololos por la revolución”, tituló el periódico popular La Cuarta al trazar un perfil de Vallejo, intentado describir la personalidad de la joven de 23 años criada en una familia de clase media.

En su acta de nacimiento está registrada como Camila Antonia Amaranta Vallejo Dowling. Sus padres son dos viejos militantes del Partido Comunista Chileno: el actor Reinaldo Vallejo, que participó de la telenovela “La madrastra”, y de Mariela Dowling.

Diversos medios señalan que Vallejo ha concentrado la atención de la prensa internacional por su carisma, su juventud, su belleza, por la claridad de sus discursos y propuestas políticas y por la férrea oposición a la represión policial propulsada desde el gobierno, siempre alentando a una protesta pacífica.

Y al expresar sus afinidades no ha dudado en señalar que admira al presidente del estado plurinacional de Bolivia Evo Morales.

“Evo Morales es un referente para mí. Es humilde, honesto y ha sabido plantear el tema indígena, generar cambios estructurales”, dijo el 13 de agosto reciente.

Desde el altiplano no se hicieron tardar los elogios hacia ella. El vicepresidente del Estado plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, le declaró recientemente su amor: “Esa hermosa líder…, todos estamos enamorados de ella”.

“Ella no puede evitar que la encuentren bonita, y tampoco puede evitar que la destaquen entre sus pares del partido comunista. A esto se suma que es una niña que habla bien, es muy educada, tiene claro para dónde va su propuesta”, anota el diario Terra, que llegó a publicar una amplia nota sobre el bello rostro de Camila Vallejo.

“Si hay algo que debemos reconocer en la política, es que no se puede esperar posiciones homogéneas ni estáticas dentro del conjunto de personas que la configuran, menos que se quede en lo meramente superficial y no se vea impulsada a cuestionar el origen de los problemas que se empeña en resolver”, explica Camila en el último post de su blog.